De bonetes, cornetas y el mismo circo de siempre

El presidente Fernando Lugo presentó al congreso su mensaje anual al congreso nacional, 55 minutos de un discurso que no dijo demasiado pero que evidenció los puntos trascendentes para este gobierno; reforma agraria, reforma del poder judicial y el poder ejecutivo, el combate a la criminalidad, el ingreso a Unasur, el apoyo del congreso a los planes sociales de asistencia... las mismas preocupaciones,un pacto con el nicanorismo y ninguna respuesta a las problematicas de fondo, ningún resultado, todo igual que siempre.

El discurso fue amenizado por el bonete, la tarjeta roja y la vuvuzela del senador Jaeggli quien se propuso brindar un show cirquense interrumpiendo de forma constante el discurso del presidente. Este gentil senador de reputación dudable, se prestó a ser el payaso del congreso, a faltar el respeto a la figura presidencial, a poner en ridículo una vez más a la política nacional para (según sus propias palabras)"llamar la atención de la prensa" que se encuentra anestesiada.

Es obvio que este show estuvo movido por los intereses personales del senador, sin embargo se debe admitir que en parte tiene razón. Tras 55 minutos de escuchar lo que debería ser el reflejo de la actualidad de una país que se encuentra ante una grave crísis de pobreza, un movimiento guerrillero surgente ante la debilidad de las instituciones de seguridad del estado, una reforma agraria urgente y nunca iniciada, entre varias otras problemáticas graves que estamos viviendo. Nadie dijo nada, nadie cuestiona la falta de resultados, nadie analiza la ausencia de planes de estado... Creo que esta vez alguien más que el presidente se merece una tarjeta roja.